Herpes genital, cuando las heridas queman
El herpes genital, además de
tener un nombre acorde con la molestia e incomodidad que produce, es una de las
enfermedades de transmisión sexual más frecuentes. En países desarrollados, más
o menos, 1 de cada 5 adultos tiene y tendrá el virus tipo 2 en su organismo. El
tipo 1 es más frecuente, pero le hace al cuerpo cosas distintas, aunque
parecidas. Vamos a ver.
Qué es.
Es un virus (esos bastardos que
se meten en una célula humana y empiezan a fabricar otros pequeños bastardos).
Tiene varios tipos, pero los que pueden transmitirse por relaciones sexuales
son el VHS-1 (Virus Herpes Simple-1) y el VHS-2 (Virus Herpes Simple-2). El
tipo 1, que es el más frecuente, es el que suele producir esas úlceras, heridas
o calenturas en la zona de los labios, la lengua o alrededor de la boca. El
tipo 2, menos frecuente pero más serio, es el que produce heridas parecidas en
los genitales, la zona anal, interior de los muslos y, en las mujeres, incluso
en el interior de la vagina y hasta en el cuello del útero.
Un episodio inicial es cualquier primer episodio con cualquiera de los
dos tipos, pero que puede ser de dos clases: infección primaria, cuando la primera infección de cualquiera de
los dos tipos sucede en un individuo sin anticuerpos para ninguno de los dos, e
infección no primaria, cuando la
primera infección de cualquiera de los dos tipos sucede en un individuo con
anticuerpos contra el virus por el que no ha sido infectado (o sea, cuando uno
se infecta del tipo 2 y tiene anticuerpos contra el tipo 1, y viceversa).
Historia natural.
Si ya hemos dicho que la
infección puede ser primaria o no primaria, los episodios de la enfermedad
pueden ser, además de iniciales, recurrentes (esto es fácil, inicial si es la
primera vez, recurrente si no lo es) y sintomáticos o asintomáticos. Después de
una infección primaria el virus queda latente y se reactiva periódicamente
causando lesiones o de forma asintomática. Si alguno ha tenido alguna vez
calenturas de herpes alrededor de la boca, habrá visto que le salen cada cierto
tiempo, que bien pueden ser cuatro veces al año (exagerado) o una vez cada año
y medio, entre muchas posibilidades. A mí me sale una vez cada 16 meses, más o
menos, en la comisura derecha del labio. La media de recurrencia del tipo 2,
después de un primer episodio sintomático, es 0’34 veces al mes, o una vez cada
3 meses, y es 4 veces más alta que la tasa de recurrencia del tipo 1. Esto
quiere decir que, si bien el virus tipo 1 es más frecuente en la población, el
nivel de erupciones recurrentes es mayor en el tipo 2. La tasa de recurrencia
declina con el tiempo, aunque el patrón es variable.
Cómo se contagia.
Pues, para empezar, por contacto
directo. El virus está en los fluidos de las llagas abiertas que produce, pero
también puede descansar en la superficie de la piel que no parezca tener
ninguna lesión. Si alguien tiene heridas en la boca puede transmitir el virus a
través de la saliva. Puede pasar de boca a genitales y ano, en cualquier
dirección.
El hecho de que pueda contagiarse
sin necesidad de que haya heridas facilita su transmisión, porque muchas
personas que creen no tener el virus (porque no se manifiesta) lo transmitirán
en sus relaciones.
Aunque es poco probable por el
nivel de control y sofisticación que han alcanzado la tecnología y la práctica quirúrgica,
el virus podría transmitirse en un transplante de órganos o en una transfusión
de sangre.
Por último, una madre infectada
puede transmitir el virus a su vástago en el parto, lo que puede conllevar
graves problemas al recién nacido.
No se puede coger el virus en
baños o sitios en los que alguien infectado lo haya podido dejar, porque los
virus, por definición, necesitan de otro ser vivo para desarrollarse y
subsistir, y sobreviven muy poco tiempo fuera.
Qué se siente.
La infección puede no tener
síntomas, y pasar desapercibida, haciendo muy fácil su transmisión.
Los síntomas pueden ser locales o
sistémicos. Los locales son dolor en la zona en que se manifestará el virus
(como si se hubiera quemado), disuria, (mear con dolor) y secreción vaginal y
uretral. Los sistémicos son fiebre y mialgia (dolor muscular), y son mucho más
frecuentes en la infección primaria.
Los signos son las heridas y
úlceras genitales y orales, y linfadenitis inguinal (hinchazón de los ganglios
de las ingles). En primeros episodios lesiones e hinchazón aparecen juntas,
pero en manifestaciones recurrentes las lesiones tienden a aparecer en el mismo
sitio y la hinchazón es con el tiempo menos común.
Evitarlo y tratarlo.
Actualmente, una vez adquirido,
el virus quedará en el organismo para siempre.
Los condones son parcialmente
efectivos para prevenir el contagio, sobre todo en la situación de hombre
infectado teniendo relación con mujer sana. El problema radica en que, como con
el virus del papiloma humano, los pequeños malvados pueden estar en zonas del
cuerpo que no son cubiertas por el condón, hasta el punto de que le eficacia de
los condones a la hora de proteger a un varón sano de una mujer infectada no ha
sido demostrada. No hay estudios que traten la eficacia de los condones en
homosexuales con el virus del herpes.
Así pues, si se llega a adquirir
(recordemos que 1 de cada 5 lectores serán atrapados por el VHS-2), suelen
recomendarse baños salinos y analgésicos, antivirales (que en este caso son
aquellos que terminan en -ciclovir) que reducen la duración y la severidad de
las heridas y la abstinencia en los periodos en que las lesiones están
presentes.
Pero muchas veces, a parte del
estrés que generan las heridas, el problema más gordo que conlleva el herpes es
el estigma social que arrastra consigo. Se ha asociado al herpes genital con
personas díscolas, impulsivas, irresponsables y sucias y, aunque algunos
infectados hayan llegado a coger el virus por irresponsabilidad, siempre hay
que recordar que es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes y
que al poder pasar desapercibida cualquier individuo, por muy saludables
relaciones sexuales que mantenga, podría pillarlo.
Por ejemplo, Porfirio, que ha
aprendido que siempre que mantenga relaciones esporádicas debe llevar condón y
sigue esa regla a rajatabla, podría coger el VHS de su acompañante sexual
porque, como hemos visto, el condón es parcialmente efectivo en su prevención.
Por suerte, los medicamentos
disponibles son muy efectivos a la hora de hacer los episodios mucho más
llevaderos.
¡Hasta pronto!
Es mejor no bromear con el asma y no esperar hasta que sea demasiado tarde. ten cuidado bien? Te recomiendo https://espanolfarmacia.net/comprar-ventolin/, porque un amigo mío ya estaba comprando medicamentos de este sitio y le gustaba todo.
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